Arte Porno


Ayer les presentamos a Bryan y el contador de visitas se disparó. Parece que la sola imagen de la carita del gurrumín fue suficiente para atraer a los bananeros sedientos de juventud como moscas a la miel, juas. Pasen y vean si este rostro más "intenso" genera más visitas jajajajajaja.

Como decíamos, Bryan no es como Teodor o Adrian, que se han limitado a posar en sus sesiones eróticas sin interactuar con otros chicos. No señor. Bryan es de los que apuestan al todo o nada y, no contento con encender el deseo de los hombres a través de infartantes imágenes como las que disfrutamos ayer, se ha lanzado también al ruedo del porno hecho y derecho para demostrarnos que él es mucho más que una cara bonita.

¡El pendex es un FUEGO! ¡Y se ha juntado con Amico, otro que no le va en saga!

Ya desde el inicio, esa sesión de besos mientras se van desnudando es un claro anticipo de lo que nos espera. Ahí hay pasión genuina. Los dos bebotes se tienen unas ganas que no pueden controlar. Y si no es así, ambos merecerían de todos modos un Oscar por su actuación. La carita de ansiedad con que Bryan espera que Amico termine de quitarse los pantalones (en el minuto 2:23) nos ha robado el aliento. 

El festival de besos y caricias que viene luego hizo imprescindible que los muchachos abrieran la llave del agua para no morir incinerados en su propia calentura. 

La mamada posterior merece estar en los anales de la Historia del Porno. ¡Eso sí que es chupar una verga! El modo en que Bryan le lame en glande a Amico en el minuto 5:30 es una preciosidad cuyo mero recuerdo me la pone dura otra vez. Pocas veces podrán ver un talento semejante. La mamada es prolongada pero de ninguna manera aburrida. Se trata de un compendio de técnicas que más de uno debería aprovechar para aprender a comerse una pija, juas. Fíjense que no siempre chupa, sino que también se deja irrumar.

Bryan pone en juego toda la saliva que sus glándulas pueden generar (el chorro blanco que sale de su boca en el minuto 11:22 ¡no es agua!) y lubrica la herramienta de Amico, preparándola para la penetración que sigue.

Tuvimos que esperar catorce minutos y medio para que Amico lo penetre, pero el tiempo se nos ha pasado volando. El juego de la cámara, moviéndose en el estrecho recinto y alternando imágenes nítidas con otras borrosas a través del cristal empañado, suma intensión a la pasión de los protagonistas. Y cuando finalmente pasan al sexo anal, ya no importa tanto si se nos muestra el pene de Amico introduciéndose en el culo de Bryan. Lo más cachondo es el modo en que las nalgas buscan la penetración, la posición semiinclinada de Bryan, sus manos apoyadas en el vidrio, sus gemidos retenidos, sus gestos y ese rostro tan hermoso, ahora afectado por las corrientes de la calentura.

La escena termina con los dos niñatos pajeándose en una cama. El primero en eyacular es Bryan. Quiero creer que es un detalle previsto de antemano, para que el chico pueda lamer (relajadamente como lo hace) el vientre de Amico al mismo tiempo que éste lanza sus jugos.

Lo dicho: una escena de puro ARTE PORNO que nos ha dejado sin aliento.


            

            

            

            

            


            

            

            


            

            

            


            

            

            

Esta lamida de verga es una de las secuencias más cachondas de las que tenga memoria.

            

            

            


            

            

            


            

            


            

            

            


            

            

            

            


            

            

            


            

            

            


            

            

            


            

            

            


            

            

            


            

            

            

            


            

            

            

            

            

            

            

            

      





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Comentarios

  1. para hacer algo diferente, el director los puso en la ducha. Muy incómodo, debo decir. Dos angelitos que ya son muy viriles, a pesar de su corta edad. ¡son tan hermosos, tan dulces!

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  2. La verdad es que la única vez que intenté hacerlo bajo el agua de la ducha acabé cerrando el agua y buscando un espacio más amplio...

    Me han encantado esos dos jovenzuelos.

    Besos y abrazos

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    1. Jajajajaja. Cierto que suele ser un tanto incómodo, pero ellos son tan delgaditos que sobra espacio en esa ducha jajajajaja

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