¡Bienvenido 2022!
En BANANAS recibimos el 2022 con una sesión de fotos verdaderamente alucinante. Este rusito los va a dejar con la boca abierta y con ganas de más. juas. Pasen, vean y comiencen el año con entusiasmo.
Para que no quepan dudas de que a BANANAS lo hacemos entre todos, después de la publicación de El cuerpo de la tentación, esa maravillosa selección de fotos que Fede compartiera con todos en el Día de los Santos Inocentes, llegó a nuestras casillas de Gmail un hermoso correo de parte de Angelito. Si, el mismo que, años atrás, nos enviaba las colaboraciones astrológicas que lamentablemente se han perdido a raíz de alguna de las tantas clausuras. Además de palabras de agradecimiento por la permanencia de nuestro blog (las cuales guardamos en nuestros corazones con profunda gratitud) y fiel a su tradición, Angelito nos proveyó de un extenso material de fotos que comenzamos a publicar hoy mismo e iremos compartiendo con todos ustedes a lo largo de todo el año. ¡Imaginen el volumen de ese material! Decenas de sesiones fotográficas de los chicos más hermosos de TBW, algunos de los cuales ni siquiera Fede conocía (lo que ya es mucho decir, juas).
Hoy comenzamos con una de las series de Teodor (nos envió más de una, je), este rubiecito tan hermoso y sensual que ya había captado nuestra atención en el pasado, pero del cual no poseíamos suficientes fotos para dedicarle una publicación exclusiva.
Bueno, gracias al aporte invalorable de Angelito, ¡ahora sí es posible!
El sello ruso TBW (Teen Boys World) fue objeto de diversas críticas y censuras, a lo largo de su historia, por trabajar con jovencitos de dudosa legalidad etaria. De hecho, tuvo que cambiar de nombre en más de una ocasión (e intuyo que también de domicilio legal, de titularidad y demás datos filiatorios que permitieran dar con sus responsables).
Más allá de estas cuestiones legales y morales, que siguen vigentes e involucran incluso a quienes seguimos compartiendo sus materiales, es indiscutible que la productora tenía un equipo de jovencitos muy hermosos que todavía hacen brillar las pupilas de quienes amamos la belleza juvenil. El caso de Teodor, el chico que compartimos hoy, es apenas un caso. Uno de los más destacados, eso sí.
Y si algo ha caracterizado a los trabajos de TBW es la especial calidad de sus producciones fotográficas. Sin miedo a ser tildado de exagerado y sin poder asegurar que fuera uno solo, el fotógrafo encargado de las fotografías era un verdadero artista. Basta con observar detenidamente las fotos que publicamos hoy para darse cuenta. Ambientación, iluminación, montaje, encuadre, todo es el resultado de una meticulosidad propia de quien se toma su trabajo en serio. Y el producto de tal exigencia no puede menos que lindar con la perfección.
Las fotos de Teodor muestran mucho más que a un jovencito hermoso, dueño de un cuerpo escultural, que (como si ello fuera poco) luce además un miembro que a más de uno hará babear. Las fotos de Teodor nos invitan a un viaje temporal hasta la esencia del arte clásico grecorromano en el que la belleza del cuerpo masculino era la definición misma de la belleza. Nada está dejado al azar. Cada pose, cada mirada, cada gesto, cada tensión están orientadas a comprometer nuestra emoción y nuestra sensibilidad con el bien supremo de la contemplación artística. Es cierto que habrá quienes tan solo se inspiren para una mera paja, pero la magnitud de estos trabajos permite ir mucho más allá de lo exclusivamente físico a quienes se dan el lujo de liberar sus sensaciones.
Desde BANANAS, agradecemos enormemente los aportes de Angelito y prometemos ponerlos a disposición de todos los seguidores del blog a lo largo del año que hoy comienza. Con todo cariño.
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