Un regalo especial

¡Sí, señores! Muy a su pesar, hoy se cumple un nuevo aniversario del natalicio de la Señora de este hogar bananero que nos acoge.

¡Hoy la Sony cumple 36 años!

Y lo vamos a celebrar con una publicación que el sueña desde hace meses, cuando descubrió a este dios galo que le quita el sueño.

Nosotros sabemos muy bien que Jess Vill es el verdadero amor de su vida pero, en tanto inalcanzable, se tiene que conformar con nosotros, juas.

Jess Vill vive en Perpiñán, ciudad francesa ubicada en el sur del país, cerca de la frontera con España.

Nacido el 14 de enero de 1985, al día de hoy cuenta con 37 años vividos y los vive más que bien, juas. En la actualidad es abiertamente gay, pero no siempre fue así. Cuenta que a los dieciséis años salió del armario con sus padres (que no lo tomaron muy bien) y, posteriormente, vivió un romance con su mejor amigA, el cual culminó en matrimonio formal y en una hija, actualmente adolescente. Al día de hoy está casado, pero con Cristophe, su compañero desde hace dieciséis años. Contrariamente a lo que podría suponerse, Cristophe no es un hombre del estilo musculoso como Jess. Muy por el contrario, es más del estilo hedonista que pasa del cuidado excesivo del cuerpo. Aunque imagino que no le habrá de disgustar encontrarse con un adonis en la cama cada noche, juas.

Lo del culto por el cuerpo le viene de su padre, que siempre entrenó y vivió a dietas muy estrictas para mantener un aspecto impecable.

Con su metro ochenta, Jess no es lo que se dice un gigante, pero comenzó su vida deportiva en el basquet, deporte que todavía practica de modo no profesional en su pueblo. Curiosamente, durante varios años desempeñó el trabajo de pastelero (en el sur de Francia son muy golosos) pero su éxito en el mundo del fitness le permitió tener, hoy en día, su propios gimnasio. El suceso también le permitió entrar en el mundo del modelaje, siendo en la actualidad uno de los modelos masculinos más requeridos por las marcas de ropa interior. ¿Por qué no me sorprende? Pero solo en el campo publicitario, ya que es demasiado fortachón para las pasarelas (dicen). No obstante, es un hombre que no se niega a nada y no descarta futuras incursiones en el cine o el teatro. Tampoco reniega de su pasado en la pastelería y puede que (al igual que lo hizo durante los meses intensos de la confinación por la pandemia) retome la profesión desde algún canal de Youtube, donde dicte clases o publique tutoriales. Estoy seguro que no le faltarán maricas deseosas de que les dé el dulce, juas. En casa tiene por lo menos una, jajajaja... Bueno... tres.

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

      

Esta foto también se la dedicamos a Xersex, a quien le gustan los ángeles.

      

      

      

      

      

      

      

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Nuestra marida cumpleañera estuvo atenta a cada palabra de esta publicación y nos ha de agradecer en modo proporcional a la calentura que le genera este franchute. Con la esperanza de que a ustedes los inspire de la misma manera, nos despedimos de todos. Nos vamos a celebrar el cumpleaños en la cama y sus alrededores, juas.