El aprendiz
Los Labradores (1994) - Episodio 3
La tercera parte de esta serie también contiene muchas enseñanzas que me fueron útiles a lo largo de mi vida sexual, juas. Pasen y aprendan (los que no lo sepan) cómo manejar una manguera con propiedad, jajajaja.
¡Por fin vemos a Milos Janek en escena! Aunque ya lo habíamos visto en otra serie. Más exactamente en el primer episodio de Danubio azul (Didáctica y aprendizaje), cuando oficiaba como profesor del rubio Hans Koloman.
"Este soy yo. Soy el chico que está desnudo. El otro es un pequeño vergonzoso que hoy tendrá su primera lección. Él tiene una verdadera manguera entre sus piernas. Ya lo verán por ustedes mismos."
¡Y vaya que lo vemos!
Leo Husek no ha sido uno de los más destacados chicos del Bello Amigo, pero hay que reconocer que tenía una herramienta que bien le daba mérito. En este caso, hace las veces de uno de los recién llegados a la granja y debe aprender cómo funcionan las cosas allí. Ya hemos visto que Milos es un muy buen instructor en esas cuestiones, juas, pero no es menos cierto que el chicuelo aprende rápido.
Esta es otra de mis escenas icónicas, puesto que, durante mi adolescencia, la tomé como referencia en varios encuentros sexuales. Uno de los chicos con los que más cogí se llamaba Tincho. Por cuestiones de privacidad, casi siempre nos encontrábamos en mi casa. Cuando no estaba trabajando en el juzgado, doña Elena estaba en la iglesia, de modo que mi pubertad y mi adolescencia gozaron de amplia libertad para llevar a casa a mis amigos. Sin embargo, para no caer en la rutina, varias veces, cuando el campo estaba despejado, con Tincho también cogíamos en su casa. Y hete aquí que, en su patio, había una escalera de madera, de esas que usan los pintores. Obvio que, desde que la descubrí, mi morbo consistía en reproducir parte de esta escena. Él se subía a la escalera, desnudo y con la pija dura, y yo se la chupaba a través de los peldaños hasta que acababa en mi cara. Y como éramos pendejos calentones, después, antes de que él perdiera la erección, yo apoyaba mis manos en la escalera y levantaba el culo para que Tincho me penetrara sin dificultad. Esa era la manera en que yo también largara mi leche y (no pocas veces) de que él tuviera su segundo lechazo.
¡Después hay quienes dicen que el porno no es didáctico! jajajajajajajaja.
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¡Son los comienzos de Belami! ¡Volvamos a principios de los 90!
ResponderBorrar¡Pero quitemos la musiquita! jajajajajaja
BorrarSiempre sobra la musiquita esa... Pero los chavales son una preciosidad y van tan bien equipados. Además no paran de vaciarse... Una delicia.
ResponderBorrar¡Cuantos recuerdos!
Besos y abrazos
Donde quedara esa granja?
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