Lágrimas bajo el sol

Publicado por ZekY's mayo 02, 2023

Lágrimas bajo el sol

Como muchos de los bananeros sabrán, no siempre se llora por tristeza, juas. Pasen y disfruten de esta historia (si pueden, sin salpicar el teclado).

Días atrás, en Los fluidos del placer, veíamos llorar al colombiano Nicolás Latingogoboys. En el día de hoy disfrutaremos de las lágrimas de otro de sus compatriotas: nuestro querido y admirado Joaquín Santana.

A estas alturas, nos queda claro que Joaquín elige a sus compañeros de set con una cinta métrica en la mano. Si el candidato tiene una verga que no alcance los veinte centímetros, no le da bola, juas. O más bien, no le da culo, jajajajaja. Ya hemos visto sus proezas anales en videos como Sandwich de colombiano y Otro trío con Joaquín, en los cuales nos ha demostrado ser el rey de los pasivos, jajajajaja.

Pero hoy lo veremos en un nuevo desafío (el primero de dos que les presentaremos esta semana) en el que se le atreve nada menos que a la verga del brasilero Caio Veyron, una de las más grandes y potentes que se hayan visto en el porno gay.

Caio se inició en la industria del entretenimiento para adultos en el año 2014 y, sin dudas, su mayor atractivo es la pija de 11 pulgadas (¡28 centímetros!) que lleva entre las piernas. Pero ese no es su único atractivo. Además de su torpedo, el brasilero es uno de los hombres más hermosos que han dado las tierras cariocas. Tiene un cuerpo perfecto y un culo que a cualquiera de nosotros nos incita a pasarle la lengua, jajajajaja. ¡Es imperdonable que nunca antes lo hayamos invitado a nuestro blog! Y como si esto fuera poco, también es un tipo amable y empático con los portadores de los culos que destroza, jajajajaja. En el video de hoy, si están atentos, en minuto 2:18 podrán ver cómo le seca tiernamente las lágrimas a un Joaquín que se desvive por tragarse entera su pollaza. Proeza, por otro lado, imposible incluso para el rey de las comilonas, jajajaja.

En mis años de trabajo sexual, lo más cerca que he estado de una verga parecida a la de Caio fue con un cliente que conocí en mi adolescencia y que me desagradaba bastante. Su único atractivo era una pija de 25 centímetros que, encima, no siempre se ponía dura. El tipo era un industrial fanfarrón que se creía Brad Pitt gracias a su herramienta y, después de la tercera cita, ya no le respondí los llamados, je. Si hubiera sido como Caio, seguro que me habría enamorado, jajajajaja.

Ya lo dice el tatuaje que lleva en su pierna derecha: "Demasiado bello para morir. Demasiado salvaje para vivir".