Eros Porto

Festival de un Fin de Semana Salvaje (WWF) - Parte 1

En la publicación de ayer, dedicada a Alec Loob, hacíamos referencia a esta película, de la cual hoy compartimos el primer episodio. Pasen y disfruten de esta escena tan particular.

            

            

            

            

            

            

            

            

Cada año, en la ciudad portuguesa de Oporto organiza el Eros Porto. Se trata de un festival internacional en el que se presenta lo mejor de la erótica gay y heterosexual y suele congregar a una gran cantidad de estrellas de la industria. 

En el año 2016, la productora checa Staxus fue convocada para participar y los directivos de la empresa eligieron a Tony Conrad, una de sus estrellas del momento, como líder de la comitiva. Como escoltas, también participaron dos chicos españoles que hacían su debut en la productora, aunque ya tenían cierta experiencia en otros sellos europeos: Alec Loob y Ruben Bart. Además, con el objeto de producir nuevo material, también viajó a Portugal Timmy Treasure, que debutaría en su rol de director, dejando atrás su pasado como actor.

Es en este contexto, Tony fue el centro de todas las miradas y participó de numerosas entrevistas, a la par que realizaba su trabajo como estrella XXX.

Fue el mismo Timmy Treasure quien propuso el esquema argumental de la escena que compartimos hoy y en la cual Conrad participa de una sesión pública de fotografías, en el salón donde se realizaba el evento. Es así como, tratando de ponerle pimienta a su participación, invita a subir al escenario a un chico del público, que no es otro que el hasta el momento poco conocido Alec Loob.

Entre ambos llevan adelante una escenificación muy caliente en la que Alec es despojado de sus ropas, elevando la temperatura del ambiente.

Como podrán imaginar, la excitación fue tal que los dos protagonistas de la representación quedaron con la necesidad de continuar entre bambalinas lo que iniciaron sobre el escenario.

Es imperdonable que, en una ciudad tan cosmopolita y de mente abierta como es Buenos Aires, nadie haya hecho todavía una movida de estas características. 

Si nosotros hubiéramos estado en Oporto en esa ocasión, no cabe la menor duda de que habríamos estado en primera fila tratando de disputarle el protagonismo a Alec. Amamos a Tony Conrad desde que lo vimos por primera vez en su episodio del Cazador Checo y es siempre nuestro muso inspirador a la hora de la diversión, juas.

      

            

      

            

      

            

            

            

      

      

            

      

            

      

            

            

            

      

      

      

      

      

      

      

            

      

            

      

      

      

            

            

            

      

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