¿Quién es Lukas Pribyl

La de hoy es una publicación que me debía hace muchos años. Pasen, disfruten y recuerden los más añosos a este otrora bebote que tantas veces nos hizo manchar las sábanas, juas.

Nació el 16 de julio de 1992 en Uherský Brod, una pequeña ciudad del este de la República Checa, en la región de Zlin. Dato intrascendente: por ese entonces, lo que hoy conocemos como Chequia o República Checa todavía integraba el estado socialista de Checoslovaquia, cuya escisión se produjo en enero de 1993.

Nuestro protagonista de hoy recibió el nombre de Tomáš Bartoš y es el menor de tres hermanos. Desde pequeño desarrolló afinidades con todo tipo de deportes aunque (tal vez por su espíritu desafiante pero también por su estructura física y naturalmente menuda) terminó inclinándose hacia la práctica de las actividades extremas como el parkour, la escalada en roca, el jumping y posteriormente el motocross. Así fue cómo llegó a la mayoría de edad con una carita de bebé hermoso (fruto de la genética) y un cuerpo musculado y perfecto (producto de su esfuerzo y pasión por el entrenamiento).

En esas condiciones, a principios de 2012, con apenas 19 años, recibió la propuesta de iniciarse en una de las actividades más exclusivas y rentables de la economía checa del momento: la llamada industria del porno.

Obvio que le sobraban condiciones. Aun cuando nunca pudo superar cierto complejo por el tamaño de su pene, cuyos 17 cm siempre le parecieron escasos.

Si bien podríamos estar de acuerdo con ese temita del tamaño (yo me cuento entre los que prefieren vergas superiores a los 18 ó 19 cm), no podemos negar que el chicuelo tenía otras cualidades que lo hacían por demás apetecible y que pesaron decididamente a la hora de tomar la decisión. Gracias a ello, Tomáš Bartoš se transformó en nuestro querido Lukas Pribyl.

            

            

      

      

      

      

El video que compartimos hoy no es otro que el primero que filmara (en abril de 2012) como casting para el ingreso a William Higgins y que presenta algunas particularidades que descubrimos recientemente, cuando lo volvimos a ver después de tanto tiempo.

Es común que los encargados de la producción en WH realicen una corta entrevista a los chicos aspirantes a actores. Pero al cotejar las preguntas realizadas en este y otros castings, resulta que son casi exactamente las mismas en todos. Sin embargo, lo más curioso es que daría la impresión de que hay alguna especie de guión prearmado y que, en este caso, Lukas erró la respuesta a la pregunta sobre su primera eyaculación, jajajajaja. También hay cierta inconsistencia en lo referente a su gusto por el sexo grupal. Incluso, con apenas unas semanas de diferencia, la empresa publicó un segundo casting de Lukas (que quizá publiquemos próximamente) en el que se le hacían prácticamente las mismas preguntas y él respondía todo lo contrario a lo que había dicho en el primero. Pero no vamos a hacer una cuestión de esas cosas porque lo que importa aquí es que se saque la ropa y nos eyacule ante cámaras, juas. Y eso llega como corresponde.

Las fotografías que siguen corresponden a ese primer casting y allí lo vemos con su uniforme de barman, actividad que desempeñaba efectivamente en la época en que fue grabado el video.

            

            

      

      

            

            

      

            

            

      

            

      

      

Luego de este casting vino el segundo y así despegó la importante carrera de Lukas en el mundo del porno gay, muy a pesar de que él siempre se autopercibió como heterosexual. De hecho, en sus años de actividad dentro de la industria, participó de varias producciones de porno con mujeres, pero nunca alcanzó la misma notoriedad que logró con sus trabajos con otros hombres. Y no sé si porque la paga era más que suculenta o porque la pija le gustaba más de lo que estaba dispuesto a admitir, lo cierto que es siempre se lo vio bastante a gusto durante sus revolcones entre colegas. Aquí, tan solo un par de muestras.

            

            

      

      

            

            

      

      

      

            

            

      

            

      

La carrera de Lukas Pribyl no fue muy extensa pero sí muy intensa. En poco más de dos años filmó más de cincuenta escenas, muchas de las cuales todavía no han sido publicadas. Cada tanto, las diversas productoras en las que ha trabajado van rescatando de los cajones ese material inédito, con el esperable éxito de ventas entre los seguidores de este checo que aun se cuentan en miles.

Como dije antes, esta es una publicación que me debía hace varios años porque Lukas fue un actor porno muy importante para quien suscribe y para este blog.

Hagamos un poco de historia. A principios de 2011, sin mediar aviso y sin explicaciones, Google canceló la cuenta desde la que controlaba mi primer blog, Bananas en la Cama, el cual funcionaba desde el año 2007. Tal vez alguno de ustedes todavía lo recuerde. Como consecuencia de ello, me fue imposible volver a actualizarlo y quedó allí, suspendido en el tiempo, abandonado y decayendo lentamente a medida que los enlaces iban desapareciendo. O sea: me cancelaron la cuenta pero el blog siguió en línea (al igual que sucede ahora con la anterior versión de BANANAS ARDIENTES).

Por esta causa, en marzo de ese mismo año, abrí un nuevo blog desde otra de mis cuentas de Gmail y lo llamé La Banana Canibal, pero esta vez con la precaución de asociarlo a dos cuentas, con la idea de poder actualizarlo desde ambas, por si sucediera otra vez el cierre de una de ellas. Precaución inútil porque en menos de un año llegó nuevamente la censura y La Banana Canibal dejó de existir. Volvieron a cancelarme la cuenta, una vez más sin aviso ni explicación, pero en esa oportunidad también cerraron el blog. Es decir que habían ido un poquito más allá...

Ni lerdo ni perezoso, lleno de ira, ese mismo 15 de mayo de 2012 volví a la carga y nació una efímera versión que llamé LA TERCERA BANANA, que inexplicablemente ¡todavía está en línea! ¿Por qué efímera? Pues porque no superó la primera publicación. Otra vez Google hizo de las suyas (sería que mi fama me precedía) y el nuevo intento de blog quedó a la deriva antes de generar razones de censura.

Decidí entonces renunciar a mi condición de bloguero, que ya me estaba causando más frustraciones de las que quería soportar. Sony y Fede me alentaban a intentarlo otra vez, pero yo estaba harto.

Hasta que, meses después, vi los capítulos 60 y 59 (los vi en ese orden) de la serie de El Cazador Checo. 

En el episodio 60 la "víctima" era Lee Foxx y Lukas Pribyl protagonizaba el 59.

Eran los  inicios de la serie del Cazador (ahora ya casi está llegando al episodio 700 y siguen filmando) y ambos videos nos gustaron tanto que despertó en mi fuero interno el deseo de compartirlo con todos los antiguos seguidores del blog. El inconveniente era que ya no había blog.

Cuento corto: Fede, Sony y los amigos de la casa insistieron para que reviviera BANANAS hasta que consiguieron doblegar mi testarudez. Tendría que chequear las fechas pero a principios de 2013 nacía la primera versión de BANANAS ARDIENTES. Y ya vamos por la tercera o cuarta. Ya perdí la cuenta, juas.

O sea que, si este blog renació de sus cenizas, se lo debemos en buena parte a este bomboncito llamado Lukas Pribyl, que tanto gusto nos ha brindado a lo largo de estos años.

            

      

      

            

      

            

      

      

Se lo ha conocido con otros nombres (por ejemplo, Jack Dawson en BoyFun) e incluso ha aparecido con el nombre de Thomas Reed en varios sitios de porno heterosexual, pero su verdadera fama siempre estuvo asociada al seudónimo de Lukas Pribyl y al porno gay.

Hizo su última aparición en diciembre de 2015, en Bare Adventures y desde entonces desarrolla actividades empresariales vinculadas a los deportes extremos que sigue practicando con el nombre de Radek Rast. Y por lo que se sabe, sigue jurando que es heterosexual.

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Si quieren saber cómo se ve hoy el bello Lukas Pribyl, quizá se lleven una pequeña desilusión... porque el chonguito no ha cambiado casi nada en doce años y, a los 30, sigue siendo un chongazo, juas.