Desde casa (Recargado)

Publicado originalmente el martes, 19 de octubre de 2021

Hablábamos hace unos días (en Los mejores días de nuestras vidas) sobre el escándalo desatado luego de la ruptura amorosa entre Angel Rivera y Ben Masters, con la figura de Joey Mills en medio. Y bueno, somos medio chismosos, así que completamos la noticia en la publicación que recargamos hoy, jajajajaja.

      

TEXTO DE 2021

No siempre se dice, pero el mundo del porno también tiene sus melodramas. Hoy les traemos una pareja en la vida real que, en su momento, protagonizó uno de los más suculentos. Pasen, lean, coman pochoclos y háganse una paja, juas.

Los protagonistas de la escena de hoy (y también del melodrama que relato más abajo) son Joey Mills y Angel Rivera.

Joey se inició en la industria del porno en 2016 y, muy prontamente, con su aspecto adolescente y su culo bancador, se transformó en uno de los grandes astros de Helix Studios. 

Un año después, a fines del 2017, Angel Rivera entraba en la Mansión Helix para ganarse su lugar en el Olimpo del porno gay adolescente. Allí conoció no solo a Joey sino al resto de la troupe y (por trabajo y por placer) cogió y se relacionó con todos.

Uno los ve desde el lugar del espectador y (al igual que sucede con las personas que ejercemos la prostitución) supone que la tarea (en virtud de sus características tan peculiares) termina transformando a los actores porno en seres que solo cogen por dinero, que en realidad no disfrutan lo que hacen, que todo es ficción y, sobre todo, que no tienen una vida privada ligada a las mismas vicisitudes que afronta el común de la gente. Historias hay de todos los colores y no puede establecerse un patrón común a todas. Pero no es poco frecuente que surjan relaciones, vínculos que van más allá de lo que vemos en pantalla.

El caso de Angel podría encuadrarse en este grupo. Enfrentado con su familia, como consecuencia de su salida del armario, salió de su Austin (Texas) natal, vivió un tiempo en Nueva York y finalmente llegó a California, donde Helix le abrió la puerta al mundo de la fama. No obstante, era todavía un crío y, como tal, por mucho sexo que tuviera, necesitaba una contención afectiva. Y ese afecto lo encontró en uno de los chicos Helix del momento: Ben Masters.

Ben y Angel se enamoraron, se pusieron de novios y se instalaron juntos. Sin embargo, el trabajo de ambos puso a prueba de manera constante la fuerza de la relación. La carrera de Angel fue meteórica y, muy pronto, mientras su novio pasaba largas temporadas dedicado a las tareas hogareñas, fue constantemente requerido por los diferentes eslabones de la industria, no solo para filmar escenas, sino también para sesiones de fotos, publicidades y eventos, con lo cual los tiempos compartidos por la pareja comenzaron a escasear. Si a esto le sumamos la juventud de ambos, su poca experiencia en cuestiones relacionadas con los vínculos sentimentales y las propias inseguridades, no era de sorprender que el noviazgo entrara en crisis irremediablemente, aunque los dos jóvenes se esforzaran por no dar señales de ello a quienes los rodeaban.

En abril de 2018, sin embargo, Angel se trasladó a Las Vegas por cuestiones de trabajo y nadie imaginaba que ya no regresaría al nidito de amor. Ben había descubierto que Angel estaba manteniendo una relación paralela con Joey Mills y, movido por el despecho, lo hizo público a través de su cuenta de Tweeter (que ya no existe), donde se despachó en contra de Angel, de Joey y de otros miembros de la troupe Helix que, supuestamente, sabían lo que estaba sucediendo y nunca se lo habían contado. Primero publicó un tweet en el que declaraba que "quería morir" y, finalmente expuso la situación sin eufemismos y publicó los números telefónicos de las personas que consideraba cómplices del engaño. Acto seguido, en la noche del 16 de abril, fue hospitalizado con un cuadro de ansiedad y depresión.

Entretanto, Joey no decía esta boca es mía y Angel juraba que él era inocente, pero todos sabían que pasaba su estadía en Las Vegas en casa de Mills, juas. 

Pero es ahora cuando se pone todo más interesante, porque las cuentas de Tweeter e Instagram de Angel fueron pirateadas y se publicaron conversaciones privadas y fotografías en las que la infidelidad de Angel ya no podía desmentirse. A nadie sorprendió que, al día siguiente, el mismo Ben Masters se hiciera cargo de la movida y, en tono de víctima, pidiera perdón públicamente por los daños que pudiera haber ocasionado, jajaja.

¿Y cómo terminó esta historia? Ben Masters se mudó a New York, desde donde continuó con su carrera porno (pero en Cocky Boys) y últimamente sigue en actividad de manera independiente a través de su Only Fans. También se dice que estuvo internado una temporada a causa de su inestabilidad emocional.

Angel Rivera y Joey Mills blanquearon su relación y hasta el día de hoy siguen juntos, sus carreras han ido todavía más en ascenso, han hecho varios viajes turísticos alrededor del mundo (todo documentado en sus cuentas de Tweeter e Instagram) y, durante la pandemia, siguieron trabajando "desde casa", como lo atestigua el video que les presentamos hoy, juas.

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

            

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ACTUALIZACIÓN DE 2024

Ahora que el tiempo ha pasado, podemos dar un panorama más acabado de la historia. Y el uso del adjetivo "acabado" no es casual, jajajajaja.

La relación que iniciaron en 2018 fue finalmente aceptada públicamente y comenzaron a trabajar juntos, compartiendo sus trabajos en el perfil de Only Fans que abrieron oportunamente. Viajaron por el mundo haciendo más producciones que incrementaron su popularidad entre los amantes del porno. Fueron particularmente exitosas las producciones que publicaron durante los primeros meses de la pandemia y estaban hechas desde su propia casa, como la que recargamos hoy.

Sin embargo, como todo en la vida, ellos también sufrieron un desgaste. Y en su caso fue bastante acelerado. En menos de dos años y también a través de Tweeter, el público se enteró de la ruptura de la pareja.  La noticia fue oportunamente publicada por el sitio STR8UP.

Angel hizo una publicación irónica acerca de un nuevo tatuaje de Joey y este le respondió que ya lo tenía en mente "antes de que rompieran". Agregó también que su tatuaje no era tan grave como salir de la casa a las 3 AM para "ir al gimnasio". 

¡Trapitos sucios al sol! jajajajajaja. ¡Preparen los pochoclos!

Y encima apareció una cuenta fake que dio a entender que esas salidas nocturnas de Angel eran, en realidad, para encontrarse con chicos que contactaba a través de Grindr. Si a esto le sumamos que son muchos los que sospechan que esa cuenta fake pertenecía nada más y nada menos que a Ben Masters, ¡cartón lleno!

Esto es puro chisme pero, aun así, se desarrolla en medio de una cuestión importante que casi nadie parecer percibir. Una locura total que para cualquiera debiera ser un contrasentido, si tenemos en cuenta que estamos hablando de estrellas del porno. Uno tiene tendencia a suponer que, entre personas para las que el sexo es una cuestión laboral, debería ser asumido de un modo diferente al de las personas comunes. No vamos a negar la importancia del sexo en cualquier relación amorosa (no somos necios) pero entre dos tipos que cogen todos los días con personas diferentes, sería esperable que pongan al sexo en el lugar que le corresponde.

¿Qué tiene de malo que Angel contacte chicos en Grindr? ¿Por qué tenía que hacerlo a escondidas? ¿Tiene sentido en estos casos la cuestión de la "infidelidad"? Un asunto muy difícil de abarcar. Pero nosotros tenemos nuestra propia postura: el concepto tradicional de fidelidad nos la suda. Lo importante es la lealtad, el dar muestras cotidianas de que el amor sigue vivo y tener la seguridad de que el otro estará ahí, como una roca, toda vez que lo necesitemos.

Estamos en el Siglo XXI. Ya es hora de tirar por la borda esos cuentitos manipuladores que nos inculcan desde la Edad Media hasta la fecha.