El Salón Blanco

A veces la belleza nos deja sin palabras y es precisamente el día de hoy que presentamos uno de esos casos. Pasen y disfruten.

            

El bebote se hizo conocido a comienzos de la década pasada con el nombre de Noah y, junto a otros chicos de la misma productora (como Amico, Vadim y Eddie, entre otros), formó parte de la última camada de bellezas con que TBW nos alegró las pajas antes de su desaparición definitiva, juas.

Francamente y con una mano en el corazón, no podemos explicar por qué no habíamos invitado a Noah a participar de nuestro blog con anterioridad. Error inexcusable de nuestra parte que hoy comenzamos a subsanar.

Porque este chico es una maravilla en muchos sentidos. Y casi todos ellos están a la vista, jeje. Esa belleza andrógina lo identifica de un modo especial pero, además, ya en las meras tomas fotográficas, se evidencia una sensualidad poco frecuente, incluso dentro del mundo de la pornografía. El cuerpo de Noah es un regalo de la naturaleza y él sabe muy bien mostrarlo para nuestro deleite.

Sin embargo, no seríamos justos si no destacáramos la labor invaluable del fotógrafo, que ha sabido calibrar todos los recursos de su profesión para combinarlos con el buen gusto y la empatía hasta elevar el fruto del trabajo de ambos (fotógrafo y modelo) hasta el parnaso de las obras de arte.

No es la primera vez que esto sucede. De hecho, solemos destacar por su calidad a casi todas las producciones de Teen Boys World, de Gay Teen Studio y de Enigmatic Boys, las tres productoras de la Europa del Este especializadas en jovencitos que nosotros consideramos como las mejores. Con resultados muy dispares, también están en el mismo rubro 19 Nitten y Boys Live Studios, pero sin dudas en un nivel muy por debajo de las anteriores.

No pretendemos dárnosla de eruditos ni de intelectuales (al fin y al cabo, nos mueve la calentura como a cualquier otro hijo de vecino) pero ya hemos dicho alguna vez que este tipo de material llega mucho más allá de ser una simple motivación masturbatoria. Un set fotográfico como este (y no exageramos al asegurar que lo mismo podría decirse de todos aquellos en los que ha participado Noah) nos emociona a la vez que nos cachondea. Dígan, si no, si es imprescindible que Noah se desnude para encender la excitación del espectador. Al menos a nosotros, el bebote nos calienta incluso cuando está vestido, juas.

Esta es la primera de una larga serie de publicaciones que tendrán a Noah como protagonista. Algunas de las que tenemos programadas son solo producciones fotográficas. Pero si a ustedes les genera el mismo entusiasmo que a nosotros, hágannoslo saber con gusto compartiremos sus videos, jejeje.

      

      

            

            

      

            

            

            

      

            

            

            

            

      

      

      

            

            

            

      

            

            

            

            

            

            

            

            

Mi irredenta podofilia me obliga a resaltar la divina perfección de esos pies.

      

      

      

      

      

      

      

      

      

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