Belleza rota (Recargado)

Publicado originalmente el 14/04/2021


Retomamos la ardua tarea de recargar el material imprescindible de nuestro blog. Y esta vez le ha tocado el turno a Marcel Gassion, uno de los actores porno más maravillosos que ha existido y existirá jamás.


Texto original de 2021

Es imperdonable que hasta hoy no haya habido en BANANAS (ni en esta versión ni en ninguna de las anteriores) una sección destacada para esta belleza checa. Ha llegado el día en que le haremos un poco de justicia. Pasen, vean y lean.


Dicen que, cuando llegó por primera vez a las oficinas del Bello Amigo, estaba roto.

A mediados del años 2012, el chico todavía no había cumplido los veinte años. Había nacido en Praga, a finales de septiembre de 1992, en el seno de una familia regida por la estricta disciplina de un padre militar que trataba a su esposa y a sus hijos como si ellos también fueran reclutas. Quizá esto explique, en parte, la rebeldía que lo caracterizó desde la infancia, signada por los actos de violencia escolar que perpetraba y algún que otro delito menor que, en alguna ocasión, le valieron pasar algunas horas en las oficinas de la policía. No obstante, de muy niño, soñaba con ser cantante pop. Aunque el sueño se le desdibujó a la fuerza cuando, a los ocho años, su padre lo molió a palos tras descubrirlo imitando a David Bowie frente al espejo del baño.

De allí en más, todo para él fue confusión. Fue un muy mal estudiante, practicó todos los deportes que pudo y corrió todos los riesgos que estuvieron a su alcance. Cuando sus hormonas lo requirieron, se cogió a todas las chicas que se dejaron coger y hoy acepta (sin confesarlo plenamente) que tal vez haya embarazado a alguna. O sea que el mocoso era un machote de fuste.

Pero una nueva paliza de su padre lo obligó a cambiar el rumbo de su vida. Sin dar demasiados detalles, en rueda de amigos, contó que a los dieciocho años descubrió a su progenitor en una situación "sospechosa" con uno de sus subordinados. Lejos de intentar una justificación, su padre comenzó a golpearlo por "meterse en lo que no le importa". Parece ser que casi lo mata y el chico escapó de su casa. Vivió un tiempo en casa de amigos y luego en casa de su novia. No conseguía trabajo y por ello empezó a boxear de manera semiprofesional, solo para ganarse algún dinero que le permitiera sobrevivir. Pero esa violencia que llevaba dentro de sí lo llevó más allá de todo límite y terminó quedándose solo.

Como el boxeo no le alcanzaba para subsistir, comenzó a prostituirse. Al principio, con mujeres. Pero pronto descubrió que el negocio es más lucrativo con varones. Por supuesto que tuvo que lidiar contra sus propios prejuicios y (¡sobre todo!) con la sobrestima sacrosanta que todo macho siente por su culo. No obstante, ejerció la profesión durante poco tiempo. Solo hasta que alguien le dijo que podía tener mucho futuro en el mundo del porno.





            

            



            


            


            


Cuenta GD que la primera vez que lo vio, en sus oficinas de Praga, a pesar de su corpachón imponente y su metro ochenta de altura, parecía un pollito mojado. Lleno de magullones y hasta con un diente partido, estaba roto por fuera pero también por dentro. Cuando le preguntó por qué estaba allí, el grandulón de los ojos celestes respondió lo obvio: que estaba dispuesto a coger a cambio de dinero.

- Y ¿qué podríamos hacer contigo? -picaneó GD.

- Lo que quieras -respondió el chico sin demasiado entusiasmo.

- Cuidado con lo que dices, ¡que podrías terminar con una pija en el culo!

- Me da igual. Si hay dinero, haré lo que me pidas.

Así empezó una relación (en gran medida, afectiva) entre los dos, que tuvo varias idas y vueltas a lo largo de los años, pero que aún perdura.

Desde el momento en que le dijo que boxeaba, GD lo asoció con Marcel Cerdan, el boxeador argelino que fuese el gran amor de Edith Piaf, cuyo verdadero nombre era Edith Gassion. De ese modo surgió el seudónimo por el cual hoy conocemos a aquel muchachito que hoy ya está próximo a cumplir los 29 años.

Lo que vino después no fue sencillo. Marcel ha trabajado muchísimo con la productora y siempre ha sido fiel a quien le diera una oportunidad para salir del pozo en el que había caído. Sin embargo, tenía muchas asperezas que pulir. Tenía que inventar a Marcel porque (según propias palabras) "el tipo que yo era antes no me gustaba... estaba moldeado a imagen y semejanza de mi padre".



      


            

            

            


      

      

      



            



      

      


      

      


      


      


Es curioso que, después de un corto entrenamiento, el debut ante cámaras de Marcel fue una escena de sexo grupal con Alec Rothko, Marco Bill y Paul Valery, donde él fue el único pasivo. Y a criterio de los participantes y de los productores, el resultado fue tan bueno que, días después, filmaron una segunda parte.

Desde el inicio, Marcel se inclinó hacia la pasividad, aunque en algunas ocasiones también ofició de activo. Sin embargo, a lo largo de casi una década tiene bien ganado el título de King of Bottoms, distinción con la que se lo conoce en la productora checa. Muchos han querido destronarlo, pero él sigue firme en su reinado. ¡Y es que se lo han cogido todos los activos de la empresa! Sin importar rudezas ni tamaños. Muy por el contrario, si le dan a elegir, Marcel es partidario de la vergas más voluminosas y, si son más de una a la vez, ¡tanto mejor!

En definitiva (para ir terminando), aquel niñato rebelde y perdido se ha convertido en la actualidad en un bellezón magnífico, un verdadero dio olímpico, que ha sabido plantarse ante su destino y tomar las riendas. Ya no quedan rastros de aquel malandra resentido de su adolescencia y, tal como podrán apreciar en el video de la sesión de fotos que presentamos a continuación (filmada en el año 2015, en Ciudad del Cabo), Marcel se ha convertido en un hombre gentil, adorable y educado... ¡Vamos: el marido perfecto! jajajajajaja.

            

      

            

            



      

      


      

      

      


      


      


      

      

            

      


      

      

      

      

      



      









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Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Marcel es muy hermoso sexy y sexual ojalá yo pudiera tener un novio como el

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    1. Ojo. Que un novio como Marcel no es para celosos. Vas a tener que consentir en compartirlo jajajajaja

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  3. Tiene algo que no sé, que puede que no me acercara a él... Que me produce cierta desconfianza o temor... ¿Será esa mirada escrutadora?

    Josep Peaceforever

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